El 25 de noviembre se celebra el Día Internacional contra la Violencia de Género. Las condenas por violencia de género han pasado del 61,47% de las denuncias en 2006 al 50,75% en 2013 en los Juzgados de lo Penal. La falta de credibilidad de las víctimas es determinante en los juicios por violencia de género, en los que su testimonio juega un rol central, ya que no se suelen recabar otras pruebas. Lejos de reducirse el problema, la situación no sólo se perpetúa, sino que se agrava, alcanzado a mujeres cada vez más jóvenes.
Este sábado en Torrelaguna (Madrid ), la violencia de género se cobraba su última víctima, una mujer de 44 años y nacionalidad española, fallecida a manos de su ex marido, de 36 años y la misma nacionalidad. La mujer había presentado denuncias previas. Con esta nueva víctima, son ya 45 las mujeres fallecidas a manos de sus parejas o ex parejas en lo que va de año 2013. De ellas, sólo 9 (el 20%) habían denunciado con anterioridad a sus agresores por malos tratos.
Es muy necesario que la coeducación sea una realidad en todos los tramos de la enseñanza y de la vida social en general, para hacer desaparecer la discriminación, la exclusión y cualquier forma de violencia. El machismo se perpetúa y la sociedad parece inmune ante este problema.
Lamentablemente la educación sexista y discriminatoria que se nos ha inculcado durante muchos años afecta tanto a las mujeres como a los hombres, y hay mujeres que todavía consideran que deben tener un rol específico. Pero son realmente los hombres los que deben avanzar hacia el cambio de actitudes entendiendo que hombres y mujeres somos absolutamente iguales en obligaciones y derechos.
La elección de esta fecha como Día contra la Violencia de Género tuvo lugar en 1981 para recordar el asesinato de las hermanas Mirabal tres activistas políticas asesinadas en 1960 en la República Dominicana por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo. En 1999 la ONU estableció este día como Día Internacional contra la Violencia de Género que no sólo contempla los asesinatos de las mujeres por sus parejas sino que lucha contra la discriminación social, la violencia doméstica, la violación y el acoso sexual.
Prevenir la violencia es uno de los aspectos prioritarios de la educación en valores. La mediación, la solidaridad, el diálogo, el respeto a la diferencia son valores imprescindibles para trabajar en el aula. Además del acoso escolar, un problema que se agrava es la violencia de género demasiado presente en las relaciones entre adolescentes. La perspectiva de género debe ser transversal en todos los programas para prevenir la violencia. La política de recortes del Ejecutivo actual fomenta la desigualdad, caldo de cultivo de la violencia. Se está desmantelando la red de protección y asistencia. Hay centros de atención que se han cerrado, lo mismo que puntos de encuentro.
Abogamos por programas de sensibilización contra la violencia de género, y a favor de la igualdad, la paz y el respeto mutuos. Programas transversales para transformar los estereotipos masculinos violentos y actuaciones para visibilizar y no silenciar el problema de la violencia.
Recordamos la importancia de usar el teléfono 016, que es gratuito y garantiza la confidencialidad de la llamada. Debemos evitar que los agresores queden impunes debe ser una tarea de toda la sociedad, no sólo de las víctimas.
Noelia García Palomares
Vicesecretaria General de JSM Centro
